Ayer
se leían agonías
como manifiestos de libertad
aquí no se permite nada
no nos penetraba la vida
no estaba permitido amar
no nos permitíamos amar de ninguna manera
tan sólo a flor de piel
volaban nuestros agudos versos
deslizábamos nuestras lenguas
dábamos tan poco
que todo quedaba en ideales
en amores platónicos
inalcanzables.
Margarita Vázquez Díaz
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